Siempre que escucho
sobre los hijos únicos es lo mismo: "Es que es hijo único por eso
es egoísta", "Se porta mal, es un engreído, debe ser hijo
único".
Tantas cosas se dicen
sobre los hijos únicos que decidí investigar un poco, ya que en los últimos
años existe un alto número de hogares que cuenta con hijos únicos por diversas
razones, por eso, es importante desmentir algunas percepciones sin
fundamento e informarse un poco más sobre este tema.
Pero muchos estudios han
arrojado lo siguiente:
•
El hijo único en realidad no es más autocentrado que
ningún otro, ni menos competente en el manejo de los conflictos. Resulta que
esa rivalidad entre hermanos no es necesaria para ayudarlos a resolver
problemas. El tener compañeros de clase y –en general– amigos cumple la misma
función.
•
Otro estudio muestra que no necesariamente los hijos únicos
están más solos. Este dice que la soledad no siempre es mala y muchas veces
ayuda a fortalecer el carácter.
•
Se encontró que los hijos únicos tienen igual número de
amigos que los niños que tienen hermanos. En general, las diferencias entre
hijos únicos y aquellos criados con hermanos tienden a ser positivas.
•
Los hijos únicos han demostrado tener una inteligencia
más alta, al igual que una mejor ejecución escolar. También, parece ser, tienen
una muy buena autoestima. Todo esto sería causa de que los padres, al tener un
solo hijo, lo estimulan más intelectualmente, pasan más tiempo con él y, por lo
común, el hijo único vive en un ambiente muy enriquecido por los adultos.
Pero, ¿como criarlos
correctamente? Algunos consejos:
1.
El instinto innato que tienen todos los niños de imitar y
querer ser como su
s padres y complacerles es usual. Para fomentar su identidad
propia debemos ir con cuidado y no elogiar en exceso los parecidos: Debemos
fomentar la diferencia elogiando al niño desde muy pequeño cuando haya hecho
algo “a su manera”.
2.
Al no experimentar la rivalidad y las tensiones de la
convivencia entre hermanos, el hijo único puede presentar cierto
grado de inmadurez emocional y preferir la compañía de adultos, o niños mayores
o menores que ellos y evitar la compañía de niños de su edad. La convivencia
obligatoria con niños de su edad que se produce en la escuela puede llegar a
solucionar este problema. Para ello es conveniente que el niño se escolarice a
los 3 años.
3.
La atención exclusiva que los padres prestan al hijo
único tiene efectos muy sobre la autoestima y la autoimagen del niño que pueden
desbordarse y convertirse en una actitud egocéntrica. Para evitar esto debemos
fomentar la autoestima y la autoimagen positiva del niño sin caer en exageraciones
poco realistas dándole siempre y desde muy pequeños un feedback descriptivo
(“¡Cómo me gusta esta flor roja que has pintado!” En lugar de “¡Qué bien
dibujas, es la flor más bonita que he visto!”).
4.
El apego entre los padres y el hijo único hace
que el niño se sienta muy seguro y protegido y sienta las bases para una fuerte
independencia. El apego mal gestionado genera ansiedad en el hijo
único cuando no está con sus padres. Para que el hijo herede solamente el
lado bueno del apego debemos fomentar su individualidad con actividades que le
diferencien de nosotros, fomentar que tome sus propias decisiones, fomentar que
cuide de sí mismo.
Espero que les sean
útiles estos consejos. Si tienen problemas con la crianza de un hijo único es
mejor ponerse en contacto con un especialista.
Un tema muy interesante...siempre hay el miedo de que al tener un hijo "sin hermanos" sea más introvertido, pero creo que no es necesario si tiene amigos en el cole y en el barrio con quien quedar y jugar. Depende más del carácter del niño que no si hay otros niños en casa.
ResponderEliminarClaro, sobre todo si de pequeño les enseñamos a compartir y tolerar a los demás. Todo viene de casa :)
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